Ajusta tu actitud

Mucho del estrés que sentimos viene de la forma en la que respondemos a lo que ocurre, o de cosas que no han pasado, pero que anticipamos basándonos en experiencias pasadas que no tienen por qué repetirse.

Cuando hacemos un ejercicio consciente de ver cómo estamos reaccionando, muchas veces podemos cambiar la manera en que percibimos el estrés y colocarnos en un espacio mental más productivo.

Buscar lo positivo en cada situación. Convencernos de que sea lo que sea que ocurra, traerá una lección y una oportunidad de crecimiento. Soltar todas esas preocupaciones y dejar de pensar demasiado las cosas. Sacar tiempo para respirar, pintar, escribir, crear algo con nuestras manos y dejar esas preocupaciones al universo. Todo esto nos ayuda a ajustar nuestra actitud ante el estrés y vivir con mayor plenitud.