Nunca pensé que la vería tan de cerca. Claro, que si no hubiese sido por el confinamiento del COVID-19 quizá esto jamás hubiera sido posible. Otra prueba que todo tiene un lado positivo.
La Dra. Jane Goodall dedicó 60 años de su vida a estudiar a los Chimpancés. Con esto, no solo hizo una gran contribución a la comprensión del comportamiento animal, si no que ha empoderado a varias generaciones de niñas para que incursionen en el mundo de las Ciencias.
Hoy promueve su fundación y la organización Roots and Shoots, que apoya a grupos pequeños y grandes a establecer programas de conservación en todas partes del mundo. ¨No le decimos a la gente lo que tiene que hacer porque cada comunidad tiene necesidades específicas, solo los guiamos y apoyamos a que puedan lograrlo¨, explicaron.
La conferencia virtual fue coordinada por la organización Suaha Planeta y Conciencia y moderada por el documentarista Nicolás Ibargüen, quien rememoró el día que coincidió con Jane en un restaurant de Washington DC, y la emoción de ver en persona a su heroína, le hizo prácticamente ignorar a quienes la acompañaban, Angelina Jolie y Brad Pitt. Esta simpática anécdota rompió el frío para entrar de lleno a la conversación con una fascinante mujer, que dice querer inspirar a los ¨jóvenes de todas las edades¨.
La pasión como brújula
Jane contó que siempre ha amado los animales. Que estudiaba cuanto libro o folleto que llegaba a sus manos sobre la fauna. Soñaba con ir a Africa y ver la selva. Su mamá le dijo que no tenían condiciones para costear un viaje de esa índole, pero que si su pasión era suficiente, seguro encontraría la forma.
Así fue. Cursó estudios secretariales como muchas mujeres de su época, y consiguió un trabajo en una oficina para ir juntando dinero. Como se rodeaba de personas que compartían sus intereses, un buen día una amiga la invitó a viajar a lo que hoy conocemos como Tanzanía y así fue que comenzó todo. Estando allá su amiga la animó para que llamara al famoso paleontólogo Louis Leakey. Se armó de valor y lo llamó simplemente para conversar. Resultó, cuenta Jane, que Leakey quedó impresionado de todo el conocimiento que ella tenía sobre los animales y la invitó a trabajar con él como secretaria, porque hacía dos semanas la que trabajaba con él había renunciado. ¡Que gran causalidad!
El hecho de que ella no tenía estudios formales en Ciencia, no detuvo el crecimiento que logró trabajando junto a Leakey. De hecho, pareció ser una ventaja. ¨Mi forma de actuar era muy diferente a los de los académicos de aquella época¨ explicó Jane, que en su momento recibió muchas críticas por referirse a los Chimpancés por nombre en lugar de números como se estilaba en esos tiempos.
El Resto es Historia
Tras muchos logros en el campo de la zoología, y haber documentado el uso de herramientas y otras destrezas de los primates, regresó a su natal Reino Unido a hacer estudios formales en la Universidad de Oxford, y tan pronto pudo, regresó a Africa donde continuó con su pasión y donde aún reside. ¨Los humanos no son tan inteligentes como creemos¨ nos comentó mientras señalaba que medir el éxito por la acumulación de bienes no funciona porque a muchas personas eso no le brinda felicidad.
También estuvo Jubilee
No podía faltar la participación de ¨Jubilee¨ el monito de peluche que ha acompañado a Jane desde que su papá se lo regaló cuando era niña.
Y es que a pesar de sus ochenta y tantos años, Jane aun refleja jovialidad y entusiasmo. ¿Cómo mantienes la esperanza? le preguntaron, y de inmediato respondió ¨Es que hay que mantenerla, es lo único que nos ayuda a seguir intentándolo¨
Todos podemos contribuir
¨La apatía es el mayor peligro para nuestro futuro¨ es una de las citas más consistentes de Jane Goodall. Es un hecho, 7.2 billones de personas no tendrán agua en el año 2050, y los recursos serán cada vez son más escasos. ¨A menos que vivas en pobreza extrema, tú puedes hacer algo¨ exclamó Jane mientras reiteraba su compromiso y el de sus organizaciones para apoyar a las personas que quieran establecer programas de conservación en su área. Antes de concluir, varias niñas, dos de México y una de Colombia conversaron con Jane, quien las escuchó amorosamente y las animó a que continuaran amando a la tierra y a los animales para hacer una diferencia.
Fue un gran privilegio escuchar el intercambio y sobre todo, poder pasar un rato en comunidad. Escuchar a esta persona que siempre me ha inspirado y me inspira a seguir mis pasiones y a escuchar mi corazón me revitalizó. ¨Cuando uno escucha y observa de verdad descubre grandes cosas¨dijo con humildad y con un vigorizante brillo en los ojos una de las personas que logró cambiar cómo se define el término ¨humano¨.