Tuve una semana difícil… y hoy decidí apagarlo todo y disfrutar del silencio.
Vivimos en un mundo rodeado de ruidos, y muchas veces no le damos oportunidad a nuestros oídos a descansar.
Nos perdemos muchos detalles de nuestros alrededores por estar conectados a dispositivos, o hablando por hablar, y no escuchamos los pájaros, el viento o los sonidos de la ciudad, que tanto nos pueden enseñar sobre el lugar donde vivimos.
Incluso, cuando conversamos con otras personas queremos llenar todos los silencios, porque ya no lo reconocemos. No damos tiempo a que se procesen las ideas conversadas, y por eso, mucho se olvida.
Cuando hacemos silencio, nos ponemos en contacto con el momento presente, con nuestros pensamientos, con nuestra respiración y nos hacemos conscientes de nuestras emociones. El silencio nos ayuda a relajarnos y energizarnos.
Te recomiendo que intentes despertar primero que todos en tu hogar y disfrutes unos minutos de silencio absoluto.
Apaga los audífonos de vez en cuando y simplemente escucha lo que te rodea.
Espero que lo disfrutes tanto como yo.