Tenemos a nuestro alcance una valiosísima herramienta que rara vez valoramos o utilizamos.
Se trata de la respiración profunda. Es un simple método de relajación que nos ayuda a controlar la tensión y el estrés de cada día.
La respiración profunda aumenta nuestra sensación de vitalidad, promueve la claridad mental, nos ayuda a poner eso que nos estresa en perspectiva, y, sobre todo, a soltar la tensión.
Cuando respiramos profundamente, nuestros músculos y órganos reciben oxígeno, lo que estimula todas las funciones vitales de nuestro cuerpo.
Al inhalar, ingresamos aire que nos llena con nueva energía y, al exhalar nos despojamos de la tensión que acumulamos dentro.
A veces, todo lo que necesitamos hacer para restaurar nuestra calma física y mental, es una buena ¨respirada¨.
Si has venido a mis talleres, seguro recordarás que antes de comenzar a trabajar, siempre dedicamos unos momentos para hacer un ejercicio que nos permita entrar en sintonía con nuestro interior y que ¨alerte¨ a nuestro cerebro a que estará saliéndose de la rutina.
Muchos de ustedes me han dicho que les ha resultado muy valioso. Por eso me di a la tarea de compilar algunos de esos ejercicios y preparar un libro digital como un regalo para ti.
Espero que te sea útil.