Cuando las cosas van mal, a veces nos sentimos incapaces. Es entonces recomendable recordar nuestros triunfos.
Pueden ser cosas valoradas por la sociedad, como estudios, trabajo, medallas o trofeos. O pueden ser triunfos personales, como resolver un conflicto familiar, haber bajado de peso o cualquier otra situación que te hizo sentirte orgullosa de ti misma.
Identifica los recursos internos que usaste entonces y pregúntate si puedes aplicarlos a esta situación que te aqueja.
Revive ese momento para que te recuerde tu eficacia y capacidad.
- Busca las fotos o algo tangible que te recuerde ese momento.
- Recuerda las emociones positivas que sentiste.
- Imagina que ya lograste superar eso que te atribula y siente esa sensación de triunfo en tu cuerpo.
- Piensa que si lo lograste una vez, puedes lograrlo una vez más.
¡Ánimo!