¿Te han dicho ¨no llores¨ y eso te ha dado más sentimiento?
Escuchar esta frase en un momento de vulnerabilidad puede ser frustrante. El llanto no es una debilidad, sino una forma natural de expresar y procesar emociones. Intentar frenarlo puede hacer que la otra persona se sienta invalidada o incomprendida.
Pero no solo se trata del llanto. Todas las emociones necesitan ser expresadas. Cuando las reprimimos, no desaparecen; simplemente se acumulan y, tarde o temprano, encuentran otra salida, muchas veces de forma más intensa: ansiedad, estrés, irritabilidad o incluso síntomas físicos.
En lugar de decir “no llores”, prueba con frases que realmente brinden apoyo y contención emocional:
- Estoy contigo
- Lo que sientes es válido
- Déjalo salir
- Es importante que te desahogues
- Esto se superará
Cuando alguien llora, no siempre necesita soluciones o consejos. A veces, lo único que busca es ser escuchado y acompañado.
Sentir es parte de vivir
Reprimir nuestras emociones no nos hace más fuertes, solo nos aleja de nuestra propia humanidad. Darnos permiso para sentir es un acto de autocuidado. Al expresar lo que llevamos dentro, le damos espacio a la sanación y al equilibrio emocional.
Así que la próxima vez que alguien llore, en lugar de pedirle que lo contenga, simplemente acompaña y valida su emoción. A veces, eso es todo lo que necesitamos.“Las lágrimas son la forma en que el corazón habla cuando las palabras no pueden describir el dolor.” (autor desconocido)