Temprano esta semana me llamaron para avisarme que se habían reportado varios casos de COVID-19 en un lugar que yo había estado por un periodo de tiempo prolongado.
Una sensación de angustia e incertidumbre me acaparó. Claro que sabía lo que debía hacer; aislarme, hacerme la prueba, y avisarles a las personas con las que compartí luego de ese día.
Me fui directo a mi casa y me encerré, pero no encontraba cómo hacer todo lo demás. ¿Será que sí estoy contagiada? ¿Por qué se me ocurrió haber ido a ese lugar? ¿Será que olvidé hacer algo del protocolo sanitario que debí hacer? ¿Por qué está pasando esto en el mundo? ¿Por qué no se ha logrado controlar esta pandemia, si supuestamente somos tan avanzados? ¿Habré contagiado a alguien sin saberlo? ¿Y si alguna de esas personas fallece? ¿Y si enfermo y muero? y mil otras preguntas que no tienen respuesta seguían pasando por mi mente, y acrecentando mi agitación.
Aunque no tenía síntoma alguno de la enfermedad, mi corazón latía muy rápido y de momento me costaba entender todo lo que me decían, lo que leía, y no encontraba por dónde comenzar a actuar. Espera. Yo conozco esto; ¡Es pura ansiedad!
Entonces recordé algunas de las herramientas que he ido recopilando a lo largo de mi vida y que sé que me ayudan a manejar momentos así:
1. Reconocer que está pasando algo fuera de ordinario, que por eso me siento alterada y, que como siempre ocurre, la situación se va a desencadenar eventualmente.
2. Conversar lo que me está pasando con personas cercanas y pedirles que me ayuden a organizar mis ideas para poder trazar un plan de acción.
3. Repetirme afirmaciones como “Confío en que todo saldrá de la mejor manera posible”
4. Respirar profundamente.
5. Tomar agua.
6. Escribir sobre cómo me siento.
7. Hacer una cosa a la vez en lugar de abrumarme con todos los pasos que debo tomar para resolver la situación.
8. Hacer arte. En esta ocasión hice croché, que siempre me ayuda a bajar revoluciones y tranquilizarme.
Al final, las pruebas que me hice dieron negativo y las personas que se contagiaron se encuentran muy bien dentro de la situación.
Me sobrecoge un profundo sentimiento de gratitud.
Deseo mucha serenidad y fortaleza a las personas que han tenido desenlaces por mucho más desoladores y dolorosos.
Aprendí que, si bien llevamos año y medio sabiendo que como humanidad estamos pasando por un momento extraordinario, no es hasta que nos toca de cerca que se logra dimensionar el alcance. Esto es muy, muy real y nos puede tocar en cualquier momento.
Recordé que la ansiedad es una respuesta de supervivencia y lo mejor que podemos hacer es entenderla y aprender cómo ¨torearla¨ de la forma que mejor nos funcione.
Cuídate mucho. No sabemos cuándo esto va a terminar. Solo podemos vivir un día a la vez y hacer lo mejor que podamos para cuidarnos y cuidar a los demás.
Esta entrada la escribí el 5 de septiembre de 2021. En diciembre de 2021 tuve covid Delta y en junio de 2022 covid Omicron.