Quiero invitarte a contemplar con detenimiento la vasija que encabeza esta entrada.
Yo la encuentro hermosa y elegante. ¿Tú?
Esta pieza fue recreada con una centenaria técnica japonesa, utilizada mayormente en la cerámica, que se llama Kintsuji.
Consiste en reparar objetos rotos, rellenando las grietas con oro u otros materiales preciosos. Así, los objetos no solo cobran una nueva vida, utilidad y belleza, sino que adquieren más valor.
Estas piezas son una forma artística de demostrarnos que nuestras imperfecciones y nuestros errores se pueden transformar en algo valioso.
Inspirada por el Kintsuji y lo que representa, te invito a la reflexión de estos puntos:
- Piensa en la gente que admiramos, no las admiramos por su perfección, sino por su humanidad, su genuinidad, y porque son ejemplo de cómo sobreponerse a los desafíos que la vida les ha planteado. ¡Claro que han cometido errores!, ¿y?
- Muchas veces sentimos tanta vergüenza por los errores cometidos que nos inmovilizamos y no queremos continuar. Entonces, comienza esa dañina conversación interna con ideas como: ¨ Eso no es para mi ¨, ¨ Yo no tengo esa destreza ¨, o ¨¿Para qué, para volver a pasar una pena?¨ Todos estos pensamientos nos limitan y eclipsan las experiencias y aprendizajes que hemos tenido.
- A veces, hasta envidiamos a las personas que sí lograron eso que añoramos hacer y no nos atrevemos, sin darnos cuenta de que, solo sabemos la parte bonita de la historia, no las veces que se cayeron, los errores que cometieron o todas las dificultades que pasaron.
- La mayoría de las personas que logran sus objetivos, practican y practican y practican. Se caen y, continúan, se permiten cometer errores y, sobre todo, ANALIZAN esos errores para sacarle el aprendizaje.
- Tus errores no te definen – fueron el producto de un momento y un motón de otros factores que probablemente no podías o no sabías cómo controlar.
- Replantéate esos errores y visualízalos como oportunidades para robustecer tu coraza, y saber que esos kilómetros recorridos no han sido en vano, pues te han dado experiencia, sabiduría y como a éstas vasijas hermosas, mucho valor.
Nuestras imperfecciones y errores se pueden transformar en algo valioso
Foto: Canva