Comer 12 uvas a la medianoche, lanzar agua, vestir una prenda de algún color específico, dar vueltas con una maleta, prender una veladora … Son acciones y tradiciones que hacemos con la ilusión de que la buena suerte llegará a nuestras vidas con el año que entra. También hay quienes optan por tomar las riendas de su destino, preparan una lista de resoluciones y se prometen que lo cumplirán sin falta, para luego pasar por una gran decepción a las pocas semanas.
Estos incumplimientos no son razón para culparse ni para sentirse incapaz, si no para cambiar la estrategia. La ciencia ya ha demostrado que es poco probable que las personas logren todo lo que se proponen en año nuevo. De hecho, un 50% de esos propósitos se desvanecen antes del día del amor y la amistad. ¿La razón? Nos ponemos metas que no tienen mucha definición, que son demasiado amplias, y, por lo tanto, son muy abrumadoras, y difíciles de alcanzar.
Los especialistas Charles Duhigg, Arianna Huffington, SJ Scott y James Clear han evidenciado que la mejor manera de establecer nuevos hábitos y mantenerlos es mediante lo que llaman micro-pasos o hábitos atómicos que se van apilando hasta lograr el resultado deseado.
¿Qué es un micro-paso?
El concepto es muy sencillo. Se trata de llevar a cabo una serie de acciones pequeñas y simples, que van acercando poco a poco esa meta definitiva que se quiere alcanzar.
Puede resultar contra-intuitivo porque hemos aprendido que tenemos que ¨sacrificarnos¨ para que nuestros sueños se hagan realidad. Sin embargo, estos estudiosos de la conducta humana, así como muchos otros, han comprobado que, para integrar y mantener un nuevo comportamiento en nuestra vida, lo mejor es hacerlo poco a poco y un día a la vez.
¿Cómo lograr tus resoluciones para el nuevo año?
1. Identifica eso que quieres lograr. Toma esa meta final y desármala listando todas las acciones que se requieren para llegar a cumplirla. Elige una acción simple que puedes hacer todos los días y que no te tome mucho tiempo.
2. Establece un momento fijo en el que te dedicarás a ese micro-paso. Ya sea antes de comenzar la rutina diaria, antes de dormir, o a la hora de la comida. Ponlo en tu agenda si eso te ayuda. Lo importante es que ya se convierta en parte de tu día.
3. Documenta. Ya sea a modo de checklist, escritura libre o simplemente tres o cuatro viñetas para ir midiendo el progreso y cómo te vas sintiendo con estas nuevas adiciones a tu vida, es fundamental para saber cuánto has avanzado o para hacer ajustes. Usa una aplicación móvil, un cuaderno digital en tu teléfono o una libreta tradicional.
4. Prémiate por tus logros. Cada vez que sientas que culminaste un paso y estás lista o listo para seguir al próximo, llévate al cine, regálate un baño con sales de olor, toma tu té favorito, compra flores o lo que te haga sentir que estás recibiendo una recompensa. Así irás acondicionando a tu mente a actuar sobre esas micro-pasos para recibir ese apapacho que tanto te gusta.
Lo beneficioso de este enfoque es que al no tener que hacer cambios drásticos, es muy fácil de adaptarlo a la vida cotidiana, si bien nuestras metas demorarán un poco más, tendremos mucha más probabilidad de lograrlas pues son un acomodo paulatino que ocurre casi sin que nos demos cuenta.
¡Anímate y comienza ya!
