Resulta que me quedé atrapada con otras 7 personas en un elevador, entre ellas una gran amiga que andaba conmigo en ese momento. Entramos en un piso bajo con la intención de subir al piso 12. Veníamos conversando, vimos que otras personas entraron al ascensor que se veía moderno y era de tamaño mediano.
De repente alguien comenta: ¨esto no se está moviendo.¨ En efecto, no se oía ni se sentía nada, solo un poco de calor. Entonces, comenzamos a apretar botones y ninguno respondía. Estábamos atrapados y no podíamos abrir las puertas.
Una de las personas, oprimió el botón de emergencias y parece que nos conectó a un sistema central de seguridad. Nos pidieron la dirección, que no nos la sabíamos bien, y entonces, nos dijeron que fuéramos pacientes que mandarían ayuda.
Esto nos puso más tensos. Luego nos percatamos de que ninguno tenía señal en el móvil.
Ahí eché mano a una técnica muy útil para casos como estos:
Respiré profundamente.
Me repetí en la mente, ¨esto es pasajero¨, ¨todo estará bien¨ ¨estoy en control¨ ¨Es natural que me sienta asustada, pero no me voy a desesperar porque esto se resolverá¨
Finalmente, tras varios minutos de espera, escuchamos que otras personas habían llegado al vestíbulo y les hablamos a través de las puertas, explicándoles que llevábamos unos 10 minutos atrapados y que necesitábamos ayuda. Ellos forcejearon un poco, pero al final lograron abrir la puerta y salimos…
Mi amiga y yo nos abrazamos y nos dijimos ¨Gracias por mantener la calma, porque tu calma me dio calma¨
Espero que nunca te pase algo así, pero si quiero dejarte con la idea de que la mente es muy poderosa y que podemos desafiar el miedo y otras emociones naturales que no nos ayudan en momentos difíciles, con afirmaciones que nos mantienen anclados en el momento presente.