Acepta todas tus emociones

Esta semana estuve en una montaña rusa de emociones. Sentí mucha frustración y coraje, pero también, una enorme alegría y tranquilidad. De eso se trata la vida, hay altos y bajos.

Pero lo cierto es que aprendemos a aceptar las emociones ¨positivas¨ e ignoramos aquellas que no nos gustan o que pensamos que nos harían ¨quedar mal¨.

Si no gestionamos todas nuestras emociones, se acumulan en nuestra mente, en nuestro cuerpo, y se hacen recurrentes. Ahí es cuando las emociones que suprimimos pueden comenzar a darnos ansiedad. 

No siempre tenemos que actuar a partir de nuestras emociones. Simplemente, podemos observarlas, reconocerlas y sentirlas. Podemos darnos cuenta de que la mayoría de las veces las emociones son transitorias y no tienen por qué dominarnos.

Conforme las entendamos mejor, aparecen más alternativas cómo manejarlas y podemos ver con claridad las posibles consecuencias de nuestras acciones.