Cuando me reúno con mis amigas, invariablemente pasa algo súper simpático y confuso. De momento, comenzamos a hablar de mil cosas y cambiamos a temas no relacionados, como si fuera lo más natural del mundo. Cualquiera que nos oyera, enloquecería. Pero para nosotras es parte de la magia de juntarnos y compartir. Un día comenzamos a bromear que parecíamos una ipod en modo aleatoreo y cada vez que una salía con una historia random, poníamos vocecita y decíamos “Shuffle“, y en nuestro acento boricua, que a veces exageramos por tontear, eso suena más o menos como “Chófol”.
Quise tener un blog vertical, pero la realidad es que siento que tengo mucho que contar y compartir. De ahí que se me ocurrió llamarlo Chófol para que tenga cabida cualquier tema que se me ocurra.